ANGEL

Viste todo tu cuerpo con la icónica fragancia Angel de Mugler con Angel Perfuming Body Lotion. La textura rica y cremosa envuelve el cuerpo en una hidratación intensa para una comodidad inmediata al tiempo que prolonga el aroma embriagador de Angel, una mezcla de deliciosas notas gourmand.

Aplica Angel Scented Body Lotion en las áreas que quieras hidratar profundamente. Para disfrutar de sus beneficios, aplica la crema sobre la piel seca, idealmente justo después de una ducha o un baño relajante. Una ligera exfoliación corporal realizada antes de la aplicación potencia los efectos.

El frasco: La loción corporal perfumada Angel está elegantemente presentada en un impresionante frasco azul claro inspirado en su icónico predecesor en forma de estrella. El frasco encarna la magia celestial con su silueta moderna, invitándote a un mundo de lujosa indulgencia.

Notas Olfativas

Carnal y sensual, Angel Perfuming Body Lotion es una reinterpretación aterciopelada del innovador perfume gourmand. Glasea tu piel mientras las notas altas de brillante bergamota de Calabria encienden los sentidos como un soplo de aire fresco, encarnando el olor del viento, el cielo y el aire libre. En el corazón, los dulces aromas de praliné y caramelo crean un deseo irresistible, gracias al uso sin precedentes de etil maltol en la perfumería fina, un golpe de genialidad olfativa. Una base poderosa de hoja de pachulí calentada por las inflexiones ambarinas del absoluto de vainilla y jugada en sobredosis se asienta sobre la piel para una impresión duradera, la quintaesencia de la feminidad.

Familia de fragancias: Gourmands cálidos y dulces

Notas clave: Bergamota, praliné, hojas de pachulí

Una firma ultra femenina

Acorde de praliné

La adicción universal de la familia gourmand: asociada a frutos rojos, los aromas dulces que recuerdan al praliné y al caramelo crean un deseo irresistible, gracias al uso sin precedentes de etilmaltol en la perfumería fina: un golpe de genio olfativo.

Pachulí

La evocación de la sensualidad y la ultrafeminidad:
calentado por las inflexiones ambaradas de las notas de vainilla y jugado en sobredosis, el pachulí cautiva, seduce: la quintaesencia de la feminidad.